lunes, 30 de mayo de 2016

Que viva usted



Ahora mismo, el mal llamado "cine independiente USA" es una amalgama de tendencias y corrientes incapaz de explicarse a sí misma, dejando caer (muy de vez en cuando) brillantes joyas que quizá tardan varios años en ser descubiertas, pero también esconden torticeros panfletos de discutible ideología, por lo conservador y anacrónico de su discurso. CLOSER TO GOD tiene una premisa irresistible y que abre un campo de diálogo muy interesante y que invita a la reflexión humanista más profunda; desgraciadamente, y una vez su torpe guion logra hacerse entender (lo que ocurre a los sesenta minutos de sus escasos ochenta), un espectador medianamente inteligente entiende perfectamente a dónde nos querían llevar desde el principio. Un científico (adecuadamente llamado Victor) logra clonar a un bebé llamado Elisabeth, lo que desata un encendido debate paralelo que cuestiona si eso es válido a ojos de dios y las típicas zarandajas católicas de siempre. Como los que creen en dios se creen que llevan la razón en todo mientras los médicos se dedican a salvar sus vidas aunque no sean ateos, éste es el tema principal del film, que se vuelve más rutinario y previsible cada vez que intenta dar alguna explicación. Se le vuelve en contra no tomar posición, dejar demasiados cabos sueltos y, cómo no, desparramarlo todo en un final que parece una película de terror barata; es decir, que donde podría y debería haber florecido un guion potente y repleto de controversia, me da a mí que lo que se pretendía era simplemente un panfleto anti-clonación, pero recubierto de otras capas que pretenden hacernos caer en la trampa de una neutralidad que no veo por ningún lado.
Cronenberg lo hizo mejor, y más terrorífico.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!