sábado, 11 de junio de 2016

Los conceptos no contaminados



Me suele pasar que, al no ser un gran aficionado ni entendido de las series japonesas, sean éstas manga o anime, cuando son llevadas a la gran pantalla (lo que sucede con asiduidad) mi mirada difiere enormemente con quien sí paladeó el original, que normalmente poco o nada tiene que ver con la adaptación fílmica. Esto puede ser tan bueno como malo, dependiendo de qué se espera, o si no se espera nada en absoluto. Me ha ocurrido recientemente con SHINGEKI NO KYOJIN: ZENPEN (ATAQUE A LOS TITANES: LA PELÍCULA), elocuente título para la enésima revisión del género kaiju, que tuvo su mejor esplendor con "Godzilla" y que aquí explota una vertiente al mismo tiempo sugerente y pretenciosa, lo que la deja flotando en una inane indecisión formal. Resulta que "la humanidad" (que para los japoneses se reduce a Japón, cosa que a los yanquis también les pasa) se encerró hace 100 años tras unos gigantescos muros ¿La razón?: la aparición de unos gigantescos y voraces seres, los Titanes del título, que, aparte de arrasar lo que se les ponga por delante, consumen una dieta basada en la ingesta masiva de japonesillos... Para no aburrirles mucho con una catarata de conceptos geek, resumo en que la primera media hora es realmente entretenida e impactante, con la aparición de un Titán particularmente gigantesco y sin que hallamos visto aún lo que está por venir, aunque todo se ha relatado oralmente. La gracia está en que una parte del muro es derribada, por lo que el resto de Titanes, una especie de suprazombies de terrorífico aspecto, ingresa en el "mundo interior" de los humanos, que apenas van a tener una oportunidad de hacerles fente. Y ya digo, para una hora y media de entretenimiento vulgarcillo la película cumple sus pretensiones, aparte de contener imágenes mucho más escabrosas que las ofrecidas por los timoratos americanos. Ahí los japos siguen ganando por goleada.
Ideal para una tarde perezosa.
Saludos.

2 comentarios:

Mister Lombreeze dijo...

Qué a gusto me reí con esta película. Japón, strangest country ever, desde luego.
Esto lo hace un director yanki, de los que saben montar escenas, con actores yankis, de los que saben actuar, dejan todo lo escabroso que usted comenta (y que es la sal de la pelicula) y queda una película magistral.

dvd dijo...

A ver, en serio. La película es regular tirando a mala, pero pasa uno una tarde de no pensar la mar de entretenida. Sin más...
Un saludo.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!