miércoles, 14 de febrero de 2018

El mal en frascos



Ya tocaba una serie, aunque tenga que ser THE EXORCIST, el muy mediano (por ser benévolos) acercamiento al universo creado por William Peter Blatty, y más recordado por el escalofriante film dirigido por William Friedkin. No esperen encontrar aquí un genuino conflicto entre el bien celestial y el mal infernal, porque lo que propone esta producción de la Fox es apenas la traslación de aquella iconografía a un estadio mucho más confortable. Así, este "exorcista" contiene un esqueleto estándar tras sus (medidos) momentos de impacto; podríamos afirmar que con su estructura bien cabría una trama policíaca, una intriga política o hasta un superdramón familiar. Todo ello cabe, y todo le resta empaque a diez capítulos (no creo que me ponga con la segunda temporada) que narran el acoso al que el temible Pazuzu somete a una familia, cuya madre (una recuperada Geena Davis) alberga un pasado lleno de secretos. Los encargados de enfrentar al demonio son un exorcista británico que parece un viejo cantante de tecnopop y un aspirante hispano, que pasaría por galán de telenovela...
No sé, tiene algunos momentos entretenidos, pero la historia se alarga en exceso y la tensión queda relegada a tres o cuatro momentos concretos, pero que saben a un sucedáneo demasiado evidente, como si se supiera qué rodar, pero no tanto cómo rodarlo.
Sólo se la recomendaría a seriófilos impenitentes...
Saludos.

2 comentarios:

Mister Lombreeze dijo...

no me enganchó, mi mujer se enfadó cuando utilicé mi voto de calidad para vetarla e interrumpir su visionado. A cambio tuve que ver Grace y Frankie
Odio al puto netflix. No hacen más que mierdas.
Perdón por la salida de tono y de tema.
Recomiendo Godless, la única serie de netflix para adultos mentales.

dvd dijo...

De acuerdo en el 99%. Excepto en que usted no se sale de tono, sino que es ecuánime...
Apuntada la serie.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!