miércoles, 7 de febrero de 2018

Trabajos de graduación perdidos



DIG TWO GRAVES es un ejemplo muy claro de lo que significa un debut a tientas, con magníficas intenciones pero resultados decepcionantes, sobre todo por lo mucho que le cantan las influencias, que la convierten en un remedo sonrojante de algunos (demasiados) títulos perfectamente reconocibles. Es una mezcla atropellada de western contemporáneo, drama generacional, intriga policíaca y thriller sobrenatural, sea esto último lo que sea. La intención del director, intuyo, es captar una cierta atmósfera, alternando unos flashbacks que aportan poco o nada a la inteligibilidad de una trama sorprendentemente confusa, puesto que no tiene un desarrollo complejo, sino que se limita a repetirse hasta lo humanamente soportable. Hay pasados oscuros, sortilegios arcanos, personajes estrambóticos y otras cosas sin importancia. Los actores tampoco ayudan mucho a la credibilidad, excepto Ted Levine, un buen actor con pocas oportunidades de lucirse, pero tan pésimamente dirigido que parece estar recitando los diálogos de un film de los Coen... Sin los Coen, claro.
Apenas la recomendaría para cinéfilos impenitentes.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!