jueves, 22 de febrero de 2018

Una cierta y relativa reformulación



Es poco dificultoso explicar THOR: RAGNAROK, sobre todo después de asistir a esa catarata de reformulaciones del género de superhéroes que hasta el momento compone el díptico GUARDIANES DE LA GALAXIA. El film de Taika Waititi está construido en base a una amalgama de sketches, montañas rusas narrativas y momentos cumbre inteligentemente diseminados por un metraje que, sin aburrir, se puede hacer estomagante para el no-fan. La jugada podía haber salido rana, la serie de comics dedicada al Ragnarok (el fin del mundo escandinavo) es sombría, épica, desesperanzadora y muy muy cruel; y lo que propone el director de LO QUE HACEMOS EN LAS SOMBRAS tiene mucho que ver con aquella gozosa y ultrairónica revisión del género vampiresco en clave bufa. Así que es mejor no esperar nada parecido al argumento original, que proponía el apocalipsis desatado por Hela (una brillante pero desaprovechada Cate Blanchett), la destrucción de Asgard y la definitiva ascensión al trono de Thor. Quizá resultaba difícil resistirse a irse a un planeta alienígena de colores chillones, música extemporal y chistes cubistas... ¿Les suena de algo?... Pues eso.
Es bonita, es ligera, es intrascendente y seguimos envidiando al bueno de Chris Hemsworth, pero el Ragnarok quizá merecía algo un poco más sobrio...
Saludos.

1 comentario:

Mister Lombreeze dijo...

Es muy divertida pese a Jeff Goldblum que a mí me parece trasplantado desde El Quinto Elemento. Es que es un peli todo terreno, como esos SUVs que ni son utilitarios ni son 4X4 y que por eso se venden tanto.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!