martes, 20 de febrero de 2018

Wajda. Brillo y dominio #25



BEZ ZNIECZULENIA (SIN ANESTESIA), de 1978, abundaba en la fuerte crítica política que por entonces acaparaba todo el pensamiento artístico de Andrzej Wajda. Para ello, contó con la colaboración en el guion de la directora Agnieszka Holland, con la que construyó la figura de un famoso e influyente periodista, que luchó toda su vida contra la intolerancia y la falta de libertad, mientras su vida personal se sumía en el caos y la autodestrucción. Wajda confronta inteligentemente ambos aspectos y erige a su protagonista como un busto parlante y omnipresente en las pantallas de televisión, destrozando con su dialéctica un régimen opresor y gris. Después, en la "vida real", su mujer le abandona por un amante mucho más joven, sus compañeros de profesión le retiran su apoyo y la inquietud de la ruina económica ondea al final de una vida nada ejemplar. En lugar del héroe, Wajda, gran humanista, prefiere bajar a ras de suelo para observar las grandezas y miserias de sus personajes, que guían con sus actos y palabras un panorama arrasado y trágico.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

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