jueves, 12 de abril de 2018

Inocencia y perversión



El equívoco de THE BEGUILED comienza en la errónea traducción de su título, ya que la seducción a la que alude es sólo un aspecto de su sutil trama, pero que sería más acertado ir por la literalidad de "los engañados", ya que la complejidad de la novela de Thomas Cullinan reside en cómo se escenifican los interiores de cada personaje, y de cómo la relación que se establece entre el soldado herido y las habitantes de la residencia para señoritas, a la que llega moribundo, abarca multitud de matices que van del erotismo al terror, pasando por la dominación y la sumisión. Parece complicado emborronar un relato con todos sus componentes tan bien construidos, y Sofia Coppola, que nunca ha sido santo de mi devoción, se empeña en elegir siempre el camino más acomodaticio y conservador, despreciando la oportunidad de revisar el clásico de Don Siegel (del que hablaremos mañana) y ponerlo al día. Antes al contrario, la osadía de aquella es el "blanqueamiento" de ésta versión que epatará a los desconocedores de lo que fue capaz de hacer Siegel, pero que aporta poco, o más bien incluso le resta empaque a fuerza de sobriedad. Es correcta, sí, y las actrices están estupendas, aunque a Colin Farrell le viene enorme la tarea de hacer olvidar a aquel inolvidable Clint Eastwood, lo que me deja una sola conclusión, que sería una magnífica película de no ser que ya estaba hecha...
Saludos.

2 comentarios:

Jimmy FDZ dijo...

A mí me pareció horrible (la vi poquito después de la de Siegel).
Es increíble que, aunque ambas duren casi lo mismo, ésta parezca tan vacía, tan plana, tan pálida, tan cansina y soporífera, y para estar rodada en 35mm, la fotografía es tan estéril... Y sin embargo Sofia Coppola se gana el premio a mejor dirección en Cannes...
Supongo que el mejor adjetivo para esto, y el menos violento, es "innecesaria".
Saludos.

dvd dijo...

Innecesaria es un adjetivo que le casa perfectamente. A mí no me parece que sea una mala película, pero es que ya estaba hecha, y mejor...
Un saludo.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!